martes, 20 de octubre de 2009

Celebración 12 de Octubre

· En el Colegio el día martes 13 de octubre los niños (as) junto a sus educadoras celebraron el Descubrimiento de América, realizado por Cristóbal Colon.


· Con bailes, trajes, poesías y canciones conmemoraron tan magna fecha.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Como enseñar autocontrol a los hijos

Los niños aprenden a comportarse observando a las personas que lo rodean, mirando los personajes de la televisión, de videos y películas de cine. Pero lo mas importante, aprenden observándolo a usted: como se comporta en la vida diaria, como se relaciona con los demás y como soluciona sus propios conflictos.

ALGUNOS CONSEJOS

Use la disciplina como una herramienta para enseñar autocontrol a los niños y no para castigarlos:

Cuando su hijo tenga un comportamiento inaceptable, actúe siempre con autocontrol y sin violencia.

Enseñar a un niño a autocontrolarse es una tarea fundamental, ya que un niño pequeño que esta constantemente fuera de control puede lastimarse o lastimar a otros; interferir con su aprendizaje y tener serias dificultades para hacer amigos; crear tensiones y estrés en su familia; sentar las bases para problemas mas graves cuando crezca.

ENSEÑE A SU HIJO A AUTOCONTROLARSE

v Elogiando su buen comportamiento. Si el recibe atención solo cuando se porta mal, seguirá haciéndolo.

v Estableciendo límites y reglas claras y razonables.

v Implantando normas de comportamiento coherentes y apropiadas para la edad.

v Exigiendo consecuencias consistentes para el mal comportamiento.

v Dando su ejemplo de buen comportamiento.

CUANDO LOS NIÑOS PEQUEÑOS HACEN TRAVESURAS

v Explíqueles lo que desea de ellos con razonamientos simples: “por favor, guarda tus juguetes ahora.”

v Exprese advertencias sin amenazas:”Cuando termines de ordenar, podrás jugar con tus amigos.”

v Dígale al niño lo que debe hacer y lo que no debe hacer: “Por favor habla mas bajo,” en lugar de “¡No grites!

v Se consecuente, elogiándolo cuando respeta instrucciones o imponiéndole las consecuencias cuando desobedece.

Enséñeles con amor y con respeto, a comportarse bien, NUNCA con violencia: Dar palmadas, golpear, empujar o sacudir a los niños puede lastimarlos física y emocionalmente.

Además les esta enseñando que esta bien lastimar a alguien para resolver un problema. Si el castigo se repite, esta entrenando al niño a usar la fuerza para castigar a otros de la misma forma en que se le castigo a el.

ALGUNAS FORMAS DE DISCIPLINA QUE PUEDE USAR:

v Ignore los comportamientos irritantes que no son peligrosos, como las rabietas. Si le presta atención, solo lograra que se repitan.

v Retire algún privilegio, como mirar su programa predilecto de televisión. Este tipo de enfoques enseña que todas las acciones tienen consecuencia.

v Déle un periodo para que se calme (y usted también), en un lugar seguro, sin que nadie lo moleste y luego, hable con el sobre lo ocurrido.

Desde la más tierna infancia hay que aprender a poner límites a los hijos. Cuando la familia no lo logra, es muy probable que tampoco lo corrija la sociedad.

El elogio

“Los padres asertivos están siempre atentos al enorme impacto que pueden tener sus elogios. Los utilizan no sólo para ayudar a fortalecer la autoestima de los niños sino también para enseñarles conductas apropiadas.

El elogio no debe ser impensado, sino medido, de acuerdo al nivel que se quiera dar a ese reforzador. No elogie desmesuradamente un logro peque­ño, pero tampoco sea parco cuando el niño ha dado un paso importante en mejorar su conducta.

Si un hijo ha mejorado algo sus notas en el colegio, empero aún no ha llegado al nivel requerido, no le diga: "¡Qué espléndido, están muy bien!" sino: "Has mejorado bastante, pero todavía te falta un poco. Un poco más de esfuerzo y ya te habrás asegurado salvar el año".

El elogio o halago es el más útil reforzador positivo con que cuenta. Esta utilidad se registra cuando usted le dice a un hijo (siempre que se las me­rezca) cosas como:

"¡Qué bien que preparaste solo todas tus cosas!".

"Te felicito por lo bien que hiciste tus deberes".

"Gracias por lo mucho que me ayudaste hoy en la casa".

Cuando elogie a sus hijos, le conviene tener en cuenta los siguientes lineamientos:

-Dígales específicamente qué es lo que están haciendo o han hecho que a usted le gusta.

-Cuando los esté halagando, asegúrese de caminar hacia ellos o estar muy cerca, mirarlos a los ojos y, si es adecuado, palmotear suavemente su hom­bro o su cabeza para aumentar el impacto de su mensaje.

-Cuando elogie a sus hijos evite el sarcasmo y toda otra forma de comen­tario negativo. La forma más rápida de desentusiasmarlos es diluir los co­mentarios positivos con agregados como:

"¡Qué bien que limpiaste tu cuarto hoy! Ya era hora...".

"¡Hoy te has portado tan bien, que no lo puedo creer".

Este tipo de comentarios son, en realidad, una forma encubierta de hostili­dad y hacen que los niños reaccionen con sentimientos de frustración ha­cia sus padres.

El elogio es una de las herramientas más importantes que usted puede usar para hacerles saber a sus hijos que le complace y reconoce su comporta­miento adecuado.

El elogio puede ser reforzado, como explicamos a continuación.

-Primero: halague a su hijo por portarse bien. Por ejemplo:

Madre: "Me has ayudado mucho en casa hoy. Se lo vamos a contar a papá cuando llegue del trabajo, se pondrá muy contento".

-Segundo: halague a su hijo delante de otro adulto. Por ejemplo:

Madre (hablándole al padre en presencia del niño): "María me simplificó mucho el trabajo de la casa. ¡No te imaginas cuánto me ayudó!".

-Tercero: el otro adulto halaga al niño, reforzando el elogio. Por ejemplo:

Padre (a María): "Me alegra mucho lo que me cuenta mamá. Eres realmen­te una hija muy especial".

De la mano de los halagos verbales van las respuestas no verbales: una caricia, un abrazo, pueden significar tanto o más que el: "¡Qué bueno!".

Una sonrisa, un gesto, una palmada en el hombro, comunican su apoyo y el reconocimiento de una conducta apropiada de su hijo.

Hemos dicho en este capítulo que cuando sus hijos se comportan inapropiadamente, es necesario que usted les comunique un mensaje fir­me, claro y asertivo de que usted quiere que esa conducta se modifique. Su mensaje debe estar equilibrado por elogios frecuentes cuando sus hijos hacen lo más apropiado.

Por ejemplo:

Padre (mirando al hijo a los ojos): "Pedro, no es hora de mirar televisión. ¡Quiero que te aprontes para el colegio ahora mismo!" (mensaje asertivo).

Pedro: "Sólo quiero ver unos minutos más, ya está por terminar".

Padre (calmadamente): "Te entiendo, pero quiero que estés pronto para el colegio ahora mismo" (disco rayado).

Pedro: "Pero, papá, por favor...".

Padre (serenamente): "Quiero que estés pronto para el colegio ahora mis­mo" (disco rayado).

Pedro: "Está bien, ya te escuché, ahora mismo voy".

Cuando sus hijos hacen ¡o que usted se propuso, reconozca que están actuan­do en forma conveniente y haláguelos: "Te felicito por como te has portado hoy" o, "¡cuánto me alegra que hayas llegado puntual a la hora de cenar!".

Refuerce positivamente el elogio siempre que pueda:

Padre: "Te felicito por el dictado. Se lo tenemos que mostrar a mamá". (Dirigiéndose a la madre): "Mira qué bien que hizo José el dictado".

Madre (al hijo): "Estoy orgullosa, yo sé lo difícil que es no tener faltas en un dictado".

Texto extraído del libro Ternura y firmeza con los hijos del autor Alexander Lyford Pike.

Verónica Segura Sáez

Educadora de Párvulos

Profesora Especialista en educación diferencial con mención en lenguaje.